sábado, 24 de noviembre de 2012


Historia
del Arte
El Arte en la Prehistoria
EL ARTE PALEOLÍTICO
Bisonte, pintura prehistórica de la Cueva de Altamira (Cantabria, España).
El periodo paleolítico es muy amplio y abarca desde los 500.000 años hasta unos hace 30.00, aproximadamente. Este segmento de tiempo suele ser divididio en varias etapas (superior, medio e inferior), aunque se habla de el con el nombre genérico de Edad de Piedra, ya que los restos encontrados de aquel tiempo eran en su mayoría de ese material.
Hasta no hace mucho se pensaba que el hombre del paleolítico inferior no tenía todavía ningún tipo de vocación religiosa pero una serie en la zona de Sima de los Huesos de Atapuerca, terminaron desmintiendo esta afirmación. Por otra parte, también se dio origen al pensamiento de que el desarrollo inicial del arte, al que generalmente se lo asocio a la idea de lo trascendente, pudo remontarse a esa etapa.
En este caso hay que recordar que el hombre de Neandertal ya legó a la humanidad diversas formas que pueden ser asociadas al arte, aunque estaban limitadas al hecho de ser objetos de adorno muy rudimentarios. Por este motivo, cuando se pudo hablar realmente de un afán estético, con características determinadas, fue con la aparición del Homo Sapiens Sapiens, en el paleolítico superior, hace alrededor de 40.000 años. Vale señalar que habitualmente se suele utilizar el término de arte rupestre como sinónimo de arte paleolítico, debido a que la gran mayoría de los restos que fueron encontrados han sido hallados en cuevas o grutas, tanto sea en yacimientos en el interior o también en las paredes. De todos modos hay que recordar que no todo el arte rupestre pertenece a ese periodo ni tampoco todo lo que se hizo en el paleolítico es originariode las cavernas.
Tal vez en este sentido haya que marcar que uno de los restos de arte prehistórico más espectaculares y fascinantes que han sido encontrados por diversas expediciones arqueológicas sean las representaciones de arte parietal, muestras de las que existen ejemplos sorprendentes en Altamira o en las cuevas de la Dordoña francesa, como Lascaux. Estas cuevas, en cuanto a lo estético, pertenecen a la escuela franco-cantábrica.
Estos diseños solían ser encontrados en lo más profundo de las cuevas, más allá de que han sido observadas algunas excepciones, y entre los temas favoritos de las imágenes se pueden mencionar los diseños de animales, algunos de ellos extintos como son los casos de los mamuts o uros y otros reconocibles en la actualidad. Allí se pueden ver bisontes, caballos, gacelas, osos, ciervos o toros, realizados con asombroso realismo, bien captados en grupo o de manera individual. 







Cabeza modelada de un hombre de Neandertal en el Museo de Historia Natural de Washington
Además hay que mencionar que en ocasiones solían incluirse signos como manos impresas a manera de tampón o contorneadas, en este caso se lograba al soplar la pintura por la boca a modo de aerosol, todo estos símbolos abstractos o figuras humanas que aparecían en escenas de caza o lucha, donde siempre estaba ausente el paisaje. No obstante, hay que destacar que estas imágenes tienen un movimiento y una naturalidad sorprendentes.
La subsistencia del hombre prehistórico estaba basada en la caza y la recolección de alimentos entre los que había bayas, raíces, entre otros. Por otra parte, hay que señalar que su actividad cotidiana se desarrollaba en competencia directa con una gran multitud de especies de depredadores que constantemente amenazaban su vida y de las que, por supuesto, se tenían que defender. En aquellas sociedades la actividad cinegética tenía una importancia que quedó patente en la abundancia observada en las representaciones de estos animales salvajes. A la hora de destacar las formas en las que se ejecutaban las imágenes, una de las técnicas más habituales era la pintura, la cual se lograba a partir de la utilización de pigmentos naturales como el ocre, el carbón o el manganeso, los cuales daban lugar a colorantes de tonos rojizos, negros o amarillentos. Estos pigmentos naturales eran disueltos en grasa animal y los mismos tenían la característica de que podían aplicarse con los dedos o con ramas y también fibras a modo de pincel.
En cuanto a las pinturas, hay algunas que son solamente perfiladas o que tienen el interior decorado, simulando volumen, pero además se da una característica particular el hecho de que las siluetas siempre aparecen de perfil. No obstante, también se han encontrado relieves y grabados, por lo que tampoco resulta extraño encontrar pinturas que han sabido aprovechar resaltes y abultamientos en la roca con el fin de aportar tridimensionalidad a la figura.
Hay por otra parte una gran cantidad de teorías que intentan explicar el significado de este tipo de representaciones, aunque de todas la más difundida es aquella que sostiene que su función era propiciar la caza. De todos modos, también se pueden asociar con un significado religioso o también con una manera de transmitir ritos y leyendas. Sin embargo, si sólo nos atenemos a la explicación de que servían para propiciar la caza, no deja de ser curioso el hecho de que los animales más frecuentes en las paredes de las cuevas no fueran precisamente los más habituales en su dieta. Pero, además, y tampoco se han encontrado registros de plantas y semillas que también formaban parte de su alimentación. De todos modos lo que resulta más claro es que por aquel tiempo existió algún tipo de intención mágica en su creación, por lo que la incógnita continúa abierta. Por otra parte, más allá del parietal el hombre del paleolítico ha legado a la humanidad otras manifestaciones de su arte en las formas de objetos rituales decorados, pequeñas esculturas de animales, adornos personales o deliciosas estatuillas femeninas como lo es la reconocida Venus de Willendorf o la de Laussel, las cuales tienen atributos sexuales y formas femeninas (senos, caderas, glúteos) muy resaltados, pero con el rostro apenas esbozado, y que sirven a manera de símbolo de la fecundidad. A estos restos se asocia una estratigrafía que resulta por otra parte sumamente útil a la hora de fechar el arte parietal.
Otra cosa que resulta numerosa son los utensilios de uso cotidiano. Según cuentan los investigadores, el hombre de aquellos tiempos tuvo que afrontar una larga y difícil lucha por la subsistencia, por lo que tuvo que idear una serie de herramientas que le permitieran resolver las nuevas situaciones que se le presentaban. En cuanto a los restos que se han encontrado en los yacimientos, los mismos son la respuesta tecnológica a las adversidades anteriormente mencionadas, la forma en que el ser humano tuvo que ingeniárselas para enfrentarse al medio y dominarlo.
Por lo tanto actividades como cazar, defenderse de los enemigos, cortar pieles o ramas, calentarse, posibilitaron que fuera necesario el desarrollo de una serie de técnicas cuyos vestigios son fundamentales en la actualidad cuando se pretende comprender cómo vivían, pensaban y sentían los antepasados. De esta forma podemos señalar que han sido encontrados, entre otras, hachas de mano, bastones de mando, lascas afiladas, azagayas o puntas de arpón, elementos que en muchos casos tienen decoraciones geométricas como líneas y puntos o también pequeñas incisiones.
De todos modos hay que señalar que los restos más frecuentes son de piedra (especialmente de sílex o pedernal, una variante del cuarzo) o de hueso. No obstante, ciertamente aquellos hombres primitivos también usaron madera, pieles, conchas o fibras vegetales, aunque el hecho de que estos materiales sean perecederos genera que sea menor la cantidad de ejemplos que han llegado hasta nuestro tiempo.
Además hay que manifestar que tampoco han quedado indicios de arquitectura, aunque se puede llegar a suponer que algunas de las cuevas fueron también santuarios. Aun así, y dejando de lado el debate sobre si su intención primigenia era mágico-religiosa o meramente estética, lo real es que los antepasados han dejado muestras de sobra que nos dejan en claro su sensibilidad artística y su interesante sentido de belleza.
Estatuilla de Venus de Willendorf, figura obesa, de vientre abultado y enormes senos.



EL ARTE DEL NEOLITICO
Este período de tiempo se extiende, en líneas generales, desde el año 7000 hasta el 2000 antes de Cristo, aunque hay que reconocer que esta cronología varía bastante dependiendo de las zonas. Se ha hecho coincidir su inicio con el momento en que el hombre prehistórico empezó a abandonar su antigua forma de vida nómada y cazadora con el objetivo de afincarse en torno a un modo de subsistencia sedentario, que estuviera centrado en lo que es la agricultura y la ganadería.
Hombre agrícola de la Nueva Edad de Piedra (Neolítico).recolectando cereales, estatua.tamaño real.
Posteriormente lo que fue la unión de una progresiva mejora del clima y la retirada de los hielos glaciares, obligaron al hombre prehistórico a adoptar nuevas formas de supervivencia, las cuales dejarán a su vez también su huella en las manifestaciones vinculadas con el arte. A raíz de esta situación las tribus vieron un aumento del número de individuos y este terminó desembocando en una jerarquización de la sociedad, como así también en la aparición de conceptos como fueron la propiedad o el comercio. No obstante hay que remarcar que la espiritualidad se fue haciendo más compleja, mientras que el progreso técnico experimentó un notable desarrollo, el cual fue una consecuencia de las necesidades del nuevo modo de vida.
A lo que fueron toda esta serie de cambios fundamentales para la evolución del hombre se les incorporó el nombre de Revolución Neolítica y en cuanto a sus resultados los mismos pueden constatarse en lugares tan disímiles como Europa, el norte de Africa, Rusia o el Próximo Oriente. Obviamente cada zona tiene sus particularidades y sus propios límites cronológicos, más allá de que en cuanto a sus rasgos generales los mismos son coincidentes en casi todas ellas.
Durante el neolítico lo que cobra gran importante es la cerámica, debido a que los grupos sedentarios necesitan una mayor cantidad de recipientes para almacenar los alimentos que iban recolectando o cazando. Si bien estos recipientes no presentan formas complejas en exceso, se trata de vasijas funcionales, las cuales poseen una decoración geométrica en base a líneas, triángulos o círculos, que terminaron adoptando variadas tipologías y que tienen una técnica derivada de la cestería. Las mismas son realizadas a mano, puesto que el torno se empezaría a usar recién en la época de los metales. Luego de este proceso, se las dejaba secar sin cocerlas en el horno.
Cerámica Neolítica, Museo Arquelógico de Córdoba.
Entre los casos de piezas de bello diseño se da en España, con los objetos de cerámica que eran pertenecientes a la denominada Cultura del Vaso Campaniforme, corriente que llegará a extenderse por el resto de Europa. Hay que destacar entre las más representativas de este periodo a la reconocida cerámica cardial, que estaba decorada con dibujos realizados a partir de la utilización de la concha de un molusco denominado como cardium edule. En las sociedades sedentarias, además de la cerámica, comienzan a sobresalir otras actividades que hasta entonces eran desconocidas como son los casos de la elaboración de tejidos y el pulimento de la piedra. Con respecto a esta última actividad, con la utilización de las piedras más duras se habilita lo que es la fabricación de herramientas mejores y mucho más eficaces, entre las que se pueden mencionar hachas y utensilios agrarios. De hecho, es este fenómeno el que termina dando nombre al periodo neolítico, el cual significa desde lo etimológico “piedra nueva”.
Posteriormente con la aparición de la agricultura se terminó logrando que la vinculación a la tierra se hiciese más fuerte, y que de esa manera comenzaran a desarrollarse aspectos relacionados con la fertilidad, como así también con los ciclos vegetales o los fenómenos celestes. En este sentido hay que señalar que se encuentra una gran producción de estatuillas y relieves asociados a dicho culto, y que generalmente las mismas son figuras con formas femeninas, también hay embarazadas u otras que tienen atributos como aves o serpientes y que están decoradas con zigzags y líneas onduladas. En relación a estas figuras, se supone que tenían como fina el hecho de propiciar las buenas cosechas.
Por otra parte, se menciona que derivado de la necesidad de conocer de manera más precisa la naturaleza con el objetivo de sacar más rendimiento al nuevo modo de vida basado en la tierra, es que termina surgiendo un interés por la naturaleza que a su vez da lugar a un incipiente desarrollo de la ciencia. Como resultado de esto tenemos los calendarios y las mediciones astronómicas y, de hecho, varias de las construcciones de aquellas épocas han sido reinterpretadas con el paso del tiempo como observatorios y lugares para realizar mediciones celestes.
El dolmen de Poulnabrone “agujero en la piedra” del período del Neolítico en Irlanda.
En cuanto al final del período neolítico, el mismo vendría signado por un nuevo avance tecnológico, como lo fueron por aquel entonces el descubrimiento de las propiedades químicas de los metales y además su posterior utilización para crear herramientas. De esta forma se daría paso a la edad de bronce, con la que se terminaría dando un paso fundamental, el cual llevaría a nuestros antepasados a dejar la prehistoria para adentrarse en lo que se considera la historia.
No obstante si tenemos que destacar una manifestación que resulta característica del periodo neolítico, se trata sin dudas del fenómeno del megalitismo, en el cual se agrupan una serie de construcciones realizadas con piedras de gran tamaño las cuales se cree poseían una finalidad funeraria: precisamente el término procede de los términos griegos mega grande y lithos, piedra. Para la historia, son las primeras construcciones del hombre prehistórico que han sido presentadas ante nuestro tiempo debido a que estaban protegidas con capas de tierra y piedras formando túmulos.
De aquellos tiempos hay varios tipos de monumentos que se pueden distinguir. Porejemplo, los menhires o enormes piedras clavadas verticalmente, también estaban los dólmenes que eran estructuras formadas por varios mehires a su vez rematados por otras grandes losas horizontales, o además los cromlech, unos círculos formados por varios de los elementos anteriormente citados y cuyo ejemplo más representativo es Stonehenge. No obstante, existen también taulas, alineamientos, navetas entre otras, que son otro tipo de formas para destacar.
En el caso de los sepulcros megalíticos, los mismos solían tener una cámara sepulcral donde se depositaban los restos humanos que eran, generalmente, inhumaciones individuales sucesivas. Por ejemplo, podían presentar galerías o corredores y la mampostería era utilizada en ocasiones para levantar falsas cúpulas. También, se podían localizar tumbas en forma de cistas e incluso algunas cuevas artificiales.
Sepulcro megalítico de Gorafe en el Valle del Rio Gor, Canada.
Por otra parte hay que mencionar la pintura de este período, que se caracterizaba mayormente por su esquematismo y por su marcado carácter simbólico. Marca, además, una diferencia con lo que sucedía con el arte parietal paleolítico, ya que esta etapa no suele representarse en la parte del fondo de oscuras cavernas, sino en las cercanías de la entrada de las cuevas e, incluso, fuera de ellas, al aire libre. Estas pinturas formaban parte de la decoración de estructuras arquitectónicas o de esculturas.
Al observar los colores que se usaban por aquel entonces, hay que remarcar que siguen siendo los mismos que en etapas anteriores, aunque sin embargo ahora la figura humana está más presente, habitualmente representada de una manera muy esquemática
y generalmente en escenas que pueden ser de caza o domésticas, entre otras. Por otra parte, en ocasiones se incluyen símbolos solares, estrellas o elementos de la naturaleza, como así también otros que están asociados al poder o a la fecundidad. Mientras tanto las representaciones que se hacían de los animales sufrían también un proceso de abstracción aunque, como solía suceder, la evolución no se daba de la misma forma en todas las áreas.

PERIODO DE LOS METALES
Lo que tiene que ver con el descubrimiento y el desarrollo de la metalurgia se va dando progresivamente después de la revolución neolítica.
A su vez, este período está dividido en tres etapas que adquieren el nombre de los metales que el hombre fue utilizando con el tiempo. Hay que señalar que la secuencia evolutiva se da de la siguiente manera: cobre - bronce – hierro. Sin embargo, la velocidad de la evolución tendría su diferencia según la zona. Por ejemplo en algunos puntos se da una coincidencia con el inicio de tiempos históricos.
LA EDAD DE COBRE
Sobre la península ibérica, en coincidencia con la introducción de la metalurgia del cobre, se da por iniciada la arquitectura dolménica o megalítica. En cuanto a los tipos de arquitectura megalítica se deben mencionar el menhir, el dolmen y el crómlech.
En cuanto a lo que son las representaciones pictóricas del período inicial de esta edad de los metales, las mismas se caracterizan por la esquematización de la figura humana, donde sobresalen especialmente los grandes ojos.
Por otra parte hay que señalar que la cerámica está decorada con estilizaciones de ojos y ciervos, continuada posteriormente por la magnífica cerámica campaniforme. Esta cerámica tenía grandes labores geométricas, que a su vez estaban inspiradas en temas de cestería. Quienes se dedicaban a esta actividad son expertos en la metalurgia y también en prospecciones de yacimientos de plata y oro.
LA EDAD DE BRONCE
La misma se desarrolla en el último tercio del segundo milenio, y especialmente corresponde a lo que fue la introducción de la metalurgia del bronce. Por otra parte hay que mencionar que se encuentra representada por bellas copas de cerámica de color negro y alto pie.
Otra actividad destacada fue la arquitectura, la cual está representada por singulares monumentos entre los que podemos encontrar el talayot o torre troncocónica, la nuragha, la taula y la naveta, que tienen forma de quilla de nave invertida.
Por su parte, una de las manifestaciones más importantes del arte de la Edad de los Metales a nivel europeo la constituyen la orfebrería, con una decoración geométrica. Entre las manifestaciones más peculiares tenemos los famosos carritos del sol.
Herramientas de hierro, material que posibilitó la creación de herramientas más resistentes y baratas.

martes, 6 de noviembre de 2012

¿Quienes fueron los Homo Neanderthalensis?

 

El hombre de Neandertal (Homo neanderthalensis) es una especie extinta del género Homo que habitó Europa y partes de Asia occidental desde hace 230 000 hasta 28 000 años atrás, durante el Pleistoceno medio y superior y culturalmente integrada en el Paleolítico medio. En un periodo de aproximadamente 5 000 años se cree convivió paralelamente en los mismos territorios europeos con el Hombre de Cro-Magnon, primeros hombres modernos en Europa. Esta convivencia se ha demostrado por fósiles hallados en las cuevas de Châtelperron.

Sus características definidoras, a partir de los huesos fósiles descubiertos hasta ahora (unos 400 individuos), son: esqueleto robusto, pelvis ancha, extremidades cortas, tórax en barril, arcos supraorbitarios resaltados, frente baja e inclinada, faz prominente, mandíbulas sin mentón y gran capacidad craneal —1550 cm³—. Vivían en grupos organizados, formados por alrededor de unos treinta miembros.

Los neandertales fueron una especie bien adaptada al frío extremo. Tenían un cráneo alargado y amplio, baja estatura y complexión robusta, y nariz amplia de aletas prominentes; rasgos que denotan adaptación a climas fríos, como se puede observar actualmente en las poblaciones del Ártico. Su cerebro era igual o incluso más grande que el de los hombres modernos. Un neandertal promedio podría llegar a tener una altura de 1,65 m, de contextura pesada, y musculatura robusta. Si bien su estructura ósea no los hacía corredores de largo aliento, sí eran caminantes de largas distancias. Estudios anatómicos realizados han determinado que el neandertal podía articular una fonética limitada respecto a la que actualmente posee el hombre moderno, debido a la ubicación de la laringe, situada más arriba que la del hombre moderno.


http://es.wikipedia.org/wiki/Homo_neanderthaliensis

lunes, 5 de noviembre de 2012



¿Quienes fueron los Homo floresiensis?



El hombre de Flores (Homo floresiensis), apodado «hobbit»,2 es una especie extinta del género Homo que habitó hasta hace pocos miles de años en la isla indonesia de Flores. Descrita en 2004, es extraordinaria por el pequeño tamaño de su cuerpo y su cerebro, y por su reciente desaparición, pues ha sido contemporánea de los humanos modernos (Homo sapiens). En 2003, en yacimientos en la cueva de Liang Bua, se descubrió un esqueleto subfósil, datado en 18 000 años, designado como LB1, muy completo excepto por los huesos del brazo, que todavía no se habían encontrado.1 3 Posteriormente, en 2004 en el mismo lugar, se recuperaron partes de otros nueve individuos, todos diminutos, incluida una mandíbula designada como LB6, así como los huesos del brazo derecho pertenecientes al ejemplar original y herramientas de piedra igualmente pequeñas, de estratos comprendidos de entre 90 000 a 13 000 años de antigüedad.4


La isla de Flores ha sido descrita (en la revista Nature) como «una especie de mundo perdido», donde animales arcaicos, extintos hace tiempo en el resto del mundo, habían evolucionado a formas gigantes y enanas por especiación alopátrica. La isla estaba habitada por elefantes enanos (una especie de Stegodon) y lagartos gigantes similares al dragón de Komodo, así como por Homo floresiensis, que puede ser considerado una especie de humano enano.

Los descubridores apodaron «hobbits» a los miembros de la diminuta especie, como la raza ficticia de gente pequeña de los libros de Tolkien. Homo floresiensis tiene unos 74 000 años de antigüedad. También están ampliamente presentes en esta cueva sofisticados utensilios de piedra de un tamaño considerado adecuado para un humano de 1 metro de estatura. Dichos utensilios parecen tener una antigüedad entre 95 000 y 13 000 años y están asociados con estegodontes jóvenes, presumiblemente presas del hombre de Flores.

http://es.wikipedia.org/wiki/Homo_floresiensis

¿Quienes fueron los Homo rhodesiensis?

Hallado por primera vez en 1921 en la localidad llamada Broken Hill, actualmente Kabwe, en Zambia (antigua Rhodesia del Norte). Se considera que vivió solamente en África, por lo menos desde 300.000 hasta 160.000 años antes del presente.

La capacidad neurocraneal del Homo rhodesiensis era relativamente alta, entre 1280 y 1325 cm³. Este cráneo, con una edad estimada en 0.3 crones, se asemeja al cráneo de Bodo por sus rasgos faciales robustos y primitivos, torus supraorbitario y frente huidiza. (El cráneo de Bodo es un cráneo adulto descubierto por Asfaw, Whitehead y Wood en 1976 en la localidad de Bodo d'Ar, Etiopía. Con una antigüedad de 0.6 crones, combina rasgos de H. erectus y sapiens.)

La capacidad craneal es de 1280 cc. El cráneo muestra signos patológicos o de enfermedad ya que 10 de sus 16 dientes superiores presentan caries y abscesos maxilares y una herida parcialmente curada penetra por encima y por delante de! canal auditivo de la oreja izquierda. Esta herida pudo haber sido causada por un instrumento cortante o por el diente de un carnívoro.

Morfológicamente conserva ciertos rasgos antiguos comunes al Homo erectus, Homo ergaster y Homo antecessor, tiene otros que han permitido relacionarlo con el Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis, pero además presenta rasgos que apuntan hacia el Homo sapiens. Según Tim White es muy probable que H. rhodesiensis sea antepasado de Homo sapiens idaltu, y probablemente descendería de la población africana de Homo antecessor.




domingo, 4 de noviembre de 2012

¿Quienes fueron los Homo Sapiens?

El ser humano constituye desde el punto de vista biológico una especie animal bajo la denominación científica de Homo sapiens (del latín Homo=hombre, sapiens=sabio) y pertenece a la familia Hominidae.

Es también llamado genéricamente como el hombre o los hombres, aunque ese término es ambiguo pues se usa también para referirse a los individuos de sexo masculino.2 3 Los seres humanos pueden llegar a poseer capacidades mentales que les permiten inventar, aprender y utilizar estructuras lingüísticas complejas, matemáticas, escritura, ciencia, tecnología. Los humanos son entes sociales, capaces de concebir, transmitir y aprender conceptos totalmente abstractos. No se tiene evidencia de que exista otra forma de vida con dichas capacidades –o superiores– en el universo.

En el pasado, el género Homo fue más diversificado, y durante el último millón y medio de años incluía otras especies ya extintas. Desde la extinción del Homo neanderthalensis, hace 25 000 años y del Homo floresiensis, hace unos 12 000 años, el Homo sapiens es la única especie conocida del género Homo que aún perdura.

Hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial Homo sapiens sapiens para esta especie, pero más recientemente se ha descartado el nexo filogenético entre el neandertal y la actual humanidad,4 por lo que se usa exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens pertenece a una estirpe de Primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en África y de ese ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos.

Filosóficamente, el ser humano se ha definido y redefinido a sí mismo de numerosas maneras a través de la historia, otorgándose de esta manera un propósito positivo o negativo respecto de su propia existencia. Existen diversos sistemas religiosos e ideales filosóficos que, de acuerdo a una diversa gama de culturas e ideales individuales, tienen como propósito y función responder algunas de esas interrogantes existenciales. Los seres humanos tienen la capacidad de ser conscientes de sí mismos, así como de su pasado; saben que tienen el poder de planear, transformar y realizar proyectos de diversos tipos. En función a esta capacidad, han creado diversos códigos morales ydogmas orientados directamente al manejo de estas capacidades. Además, pueden ser conscientes de responsabilidades y peligros provenientes de la naturaleza, así como de otros seres humanos.